Llegamos a Berlín
desde Colombia, donde vivíamos, a principios de junio. Inicialmente eran unas
vacaciones de un mes. Mi marido, que es alemán, y yo, sentíamos que era
importante que nuestros hijos tuvieran
algún vínculo con Opi y Omi ,y con
Alemania. Pero como son las cosas de la vida... después de un par de semanas,
no nos imaginábamos viviendo en ningún otro sitio.
Otoño en Berlín |
Ya han pasado 5
meses desde que aterrizamos en Berlín y 4 meses desde que tomamos la decisión
de quedarnos...y no me cambio por nadie. Con lo justo para vivir como
queremos...gozando,a mi modo de ver, de una de las ciudades más emocionantes
del mundo; de una diversidad infinita, de estilos y maneras eclécticas,
elegante y punk , impecable y grafiteada. Llena de parques que te hacen sentir que
estás lejos de la gran ciudad cuando realmente estás en su corazón. Con una
población multicultural , multilingüe
y multiracial...siempre abierta, siempre
curiosa ….
Turistas en Berlín |
El Domingo
posiblemente fue el último día de sol que veremos en algunos meses. La belleza
del otoño se lució y se dejó ver en todo su esplendor, como una chica presumida mostrando sus mejores galas...como
diciendo ”disfruten ahora que pueden”. Ya me han advertido que Berlín tiene
otra cara, una mucho más dura...la del invierno. Seguro que en los largos meses de frío y
oscuridad, sentiré nostalgia por mi tierra, el sol, el sanconcho y las arepas, los almuerzos en
casa de mi tía y sobretodo.. ¡mi mamá!
Muchos ya me han preguntado perplejos porqué cambié el Caribe colombiano
por la Siberia alemana...aunque todavía falta ver si sobrevivo el
invierno, creo que esto lo resume
bastante bien: por la Libertad de ser...
PD. Gracias
Marita y MaMis en Movimiento e.V. por el apoyo y recibimiento.