Este sábado dimos inicio a nuestras sesiones de "Manitos Creativas". La idea surgió luego de combinar dos aspectos importantes y complementarios, los mismos que alimentan casi siempre las actividades de MaMis.
Uno era reconocer el talento de
Krickrik, conformado por
Anarella y María, dos artistas españolas que llegaron a nosotras a través de una propuesta muy organizada y contenidos interesantes para nuestros niños. El
otro punto eran las
nuevas demandas de nuestros hijos/as y usuarias, ya que los niños están creciendo.
Con este proceso, pasando ya la barrera de los 4 años, surge la necesidad de preparar habilidades que los conecten con la
lecto-escritura. Las manualidades en cierta forma y cuando se llevan bien, son formas de alentar estas destrezas y preparar las manitos a la realidad de escribir y leer con todo lo que ello supone.
Fue un gran mérito para las MaMis habernos encontrado en el
Platzhaus. El frío era intenso pero apenas entrar nos aguardaba una salita íntima con muchos materiales coloridos en la mesa y dos lindas chicas: Anarella y María que con una enorme sonrisa, recibieron a nuestros nenes dispuestos ya para crear y divertirse. Era obvio que esa intimidad podía ser distraída por nuestra presencia así que nosotras, las MaMis, nos dimos cita en un café cercano para seguir compartiendo.
De regreso al Platzhaus, nuestros peques habían bailado, jugado y confeccionado unas máscaras en el contexto del carnaval. Y había para todos los gustos porque se dio cita a la manualidad pero también al arte expresionista, abstracto y demás habilidades que llevan los niños naturalmente.
La próxima cita es como siempre los sábados a las 11 am. El frío ya se va instalando en Berlín pero no hay nada más bonito que caminar con los hijos, saber que se lo pasarán bien y empezar la mañana con un momento distendido y cargado de aprendizajes.
Y ya sabemos que las temperaturas cambian internamente. A la salida, mi hija se quedó todavía una hora más en el
Helmholzplatz jugando de lo lindo en medio de una barca que la salvaba de las aguas frías. Me congelé pero también me divertí mucho y no saben cómo disfrutamos la sopita caliente que nos esperaba en casa.
Este sábado dimos inicio a nuestras sesiones de "Manitos Creativas". La idea surgió luego de combinar dos aspectos importantes y complementarios, los mismos que alimentan casi siempre las actividades de MaMis. Uno era reconocer el talento de Krickrik, conformado por Anarella y María, dos artistas españolas que llegaron a nosotras a través de una propuesta muy organizada y contenidos interesantes para nuestros niños. El otro punto eran las nuevas demandas de nuestros hijos/as y usuarias, ya que los niños están creciendo.
Con este proceso, pasando ya la barrera de los 4 años, surge la necesidad de preparar habilidades que los conecten con la lecto-escritura. Las manualidades en cierta forma y cuando se llevan bien, son formas de alentar estas destrezas y preparar las manitos a la realidad de escribir y leer con todo lo que ello supone.
Fue un gran mérito para las MaMis habernos encontrado en el Platzhaus. El frío era intenso pero apenas entrar nos aguardaba una salita íntima con muchos materiales coloridos en la mesa y dos lindas chicas: Anarella y María que con una enorme sonrisa, recibieron a nuestros nenes dispuestos ya para crear y divertirse. Era obvio que esa intimidad podía ser distraída por nuestra presencia así que nosotras, las MaMis, nos dimos cita en un café cercano para seguir compartiendo. 
De regreso al Platzhaus, nuestros peques habían bailado, jugado y confeccionado unas máscaras en el contexto del carnaval. Y había para todos los gustos porque se dio cita a la manualidad pero también al arte expresionista, abstracto y demás habilidades que llevan los niños naturalmente.
La próxima cita es como siempre los sábados a las 11 am. El frío ya se va instalando en Berlín pero no hay nada más bonito que caminar con los hijos, saber que se lo pasarán bien y empezar la mañana con un momento distendido y cargado de aprendizajes. 
Y ya sabemos que las temperaturas cambian internamente. A la salida, mi hija se quedó todavía una hora más en el Helmholzplatz jugando de lo lindo en medio de una barca que la salvaba de las aguas frías. Me congelé pero también me divertí mucho y no saben cómo disfrutamos la sopita caliente que nos esperaba en casa.
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